KLEINER FEIGLING
Su frasco del tamaño de un pulgar, con la etiqueta negra y verde y el famoso par de ojos que simboliza la cordialidad.
KLEINER FEIGLING
Se incorporó al mundo de las bebidas espirituosas en 1992 en Eckernförde
LA HISTORIA
KLEINER FEIGLING apareció en el Love Parade, pintado por todo el cuerpo de mujeres que celebraban, en los calzoncillos de Wladimir Klitschko y Virgil Hill
ACTUALIDAD
KLEINER FEIGLING construye puentes a través de la celebración, no solo entre personas sin importar su edad, profesión, ubicación, experiencia o puntos de vista

NOSOTROS
KLEINER FEIGLING demuestra verdadera grandeza no solo en cuanto a disfrute de calidad, sino también en cuanto a una actitud positiva y sociable ante la vida: La vida es divertida.
Es un paraíso colorido en la tierra. Puedes saborear esta sensación en cada sabor.
KLEINER FEIGLING vive, ama y celebra la unión. Muchos recuerdos y experiencias maravillosas se entrelazan en torno a este disfrute compartido, caracterizado por la espontaneidad. Desde 1992, KLEINER FEIGLING acompaña a celebrantes que comparten algo muy específico: la alegría de vivir y el presente. Tiene el don de fortalecer las relaciones sociales y brindar a las personas un sentido de «nosotros» incomparable. KLEINER FEIGLING une a las personas. Realza las reuniones de todo tipo y añade ese toque especial de alegría y conexión emocional.
Como invitado de fiesta bienvenido y cálido, evita los clichés. KLEINER FEIGLING no etiqueta ni encasilla a las personas. No distingue entre jóvenes y mayores, hombres y mujeres, ricos y pobres: para él, todos tienen el mismo valor. En cambio, enfatiza las características individuales de un grupo. Porque la diversidad se nutre de la individualidad. Esto también se refleja en los diversos sabores de KLEINER FEIGLING, que le dan a la marca su carácter único.
